miércoles, 9 de abril de 2014

Una breve introducción

La primera palabra completa que yo escribí fue “jilipollas”. Le lancé aquel papel a mi madre con muy malas pulgas y a saber por qué motivo cuando era una cría. Con semejante errata en mi estreno, quién iba a imaginar que años después trabajaría editando y corrigiendo textos, tareas técnicas que requieren cierta destreza lingüística. Aquella primera palabra permanece guardada en algún cajón, a buen recaudo, y desde entonces se han ido sucediendo muchas más, también archivadas hasta la fecha, en que empiezo a desempolvarlas. Por fortuna, mi ortografía mejoró, y aunque estudié Publicidad y Marketing enseguida y por casualidad comencé a trabajar para grandes y pequeñas editoriales. De vez en cuando, pero muy de vez en cuando, escribía en mis ratos libres, sin embargo fue en 2013 cuando empecé a hacerlo de forma habitual gracias a un taller de creación literaria que me ayudó a sacar muchas cosas de dentro, a soltarme. Mejor o peor, lanzo desde aquí y desde hoy mi mirada al mundo, mi granito de arena, uno más en un infinito desiertoComo novata e inexperta que soy, lo hago consciente y sabedora de que meteré mucho la pata, ansiosa por aprender y corregirme cada día. En definitiva, este es mi comienzo en el relato corto, una afición creciente que me está aportando mucho, me hace feliz. Y al fin y al cabo, en eso consiste todo, ¿no?

3 comentarios:

  1. Sigue escribiendo. Cada día te sale mejor.

    ResponderEliminar
  2. Pues claro que sí, en eso consiste todo, en hacer lo que nos hace felices. Y tú sigue escribiendo, please, que eso también nos hace felices a los demás:)

    Beatriz

    ResponderEliminar
  3. Qué bonito... Muchas gracias, Beatriz. :)

    ResponderEliminar